24 de junio de 2009

secretos e historias de amor en la escuela

Pero sabía volar. Ya lo creo que sabía volar,
porque dos días más tarde, cuando Ana Laura
me pidió que la acompañara a la biblioteca a
pedir Crepusculario de Pablo Neruda, encontramos
entre sus páginas un papel doblado en
cuatro.


"...empezó a ofrecerse para ir a buscar tizas, borradores,
mapas de Asia con división política, globos
terráqueos, vasos de agua, aspirinas, trapos de
piso, láminas del aparato digestivo de las tortugas,
pelotas de fútbol, colchonetas, instrumentos
musicales, reglas, transportadores, compases y
cualquier otra cosa que necesitaran los profesores
y que le diera la posibilidad de salir de clase para
acercarse como una sombra hasta el aula de Marina
y espiarla por la cerradura.

15 de junio de 2009

diluvio


Siempre bastante ansiosa, aunque esta vez viene bien. Empiezo y termino este nuevo libro en muy poco tiempo, prontísima fecha de entrega. Arriba el chiquito planeto en donde empieza todo.